ESTETICA
La toxina botulínica, es una sustancia que paraliza o disminuye la función del músculo sobre el que se aplica. De esta forma, se consigue relajar, durante algunos meses, los músculos faciales, previniendo la formación de arrugas y suavizando las existentes, hasta ser casi inapreciables. La toxina botulínica aplicada por manos expertas consigue dotar al rostro de un aspecto revitalizado y sin arrugas, con resultados 100 % naturales. También ayuda a corregir asimetrías.
¿En qué casos se realiza?
La toxina botilínica se utiliza para corregir arrugas dinámicas o de expresión. Se aplica principalmente en la mitad superior del rostro, pero según el análisis clínico, puede utilizarse en todo el rostro. Las zonas más habituales son: